La Cenicienta

                      y su sueño dorado

   Había una vez, en un reino muy lejano, una princesa llamada Cenicienta, que vivía con su príncipe en un castillo.

  Un día al príncipe se le ocurrió modificar el salón. Hasta que su padre encontró en el diario un artículo de una escuela de arquitectura, de Italia, el príncipe rápidamente escribió una carta diciendo que necesitaba ayuda para renovar su salón.

  Después de tres días, Cenicienta encontró una carta para el príncipe de una muchacha que provenía de Italia. Se puso celosa y fue a reclamarle al príncipe que le diera explicaciones. El príncipe leyó la carta y le explicó a Cenicienta que era de una arquitecta que tomó el trabajo para mejorar al salón.

  Tres semanas después, la arquitecta y sus ayudantas llegaron al castillo, Cenicienta las dio la bienvenida y los acompaño con el príncipe. Luego de seis largos meses el salón estaba listo, Cenicienta estuvo aprendiendo un montón de cosas, le gustó la idea de estudiar y de tener un título.

  Cuando llegaron a Italia, Cenicienta no tenia lugar donde vivir, así que le pidió ayuda a la arquitecta. Ella le dijo que se podía ir a vivir con ella.

  Cenicienta en 5 años se recibió de abogada, volvió al castillo del príncipe y el la estaba esperando porque sabía que en algún momento iba a volver.